MONTEVIDEO/CARRASCO – URUGUAY (Texto em idioma espanhol) - Está
circulando la noticia de que el WIFI en los hoteles es, para los huéspedes, más
importante que el desayuno. Como tantas cosas de esas que se publican todos los
días, no sé de donde habrán sacado eso. De hecho acabo de comprobar lo
contrario.
En Uruguay: Hotel del Lago / Punta del Este
Ahí
parece que todo el mundo fue por el desayuno. Se le ve en las caras. La gente
se acuesta pensando en el desayuno de la mañana siguiente y se despierta con la
misma idea y una gran duda: "¿A qué hora me desayuno?". Me acordé de
Margarita Pollio que cuando iba al Hotel Westbury de Londres -excelente
ubicación y mejor desayuno- se levantaba, enjuagaba la cara, se ponía un
elegante tapado sobre el camisón y bajaba a desayunar. Luego volvía a la
habitación y seguía durmiendo, era un lujo que se podía dar: ya había viajado y
trabajado mucho.
En el Club del Lago a la gente uno la ve
quince minutos en la piscina, treinta paseando por el parque, una hora en el
micro cine y dos desayunando. Y no es que conversen o estén maravillados con el
paisaje, más bien miran sus platos y la mesa del buffet calculando la próxima
incursión. “¿No te vas a hacer un waffle?”, le dice la mamá a su hija de 13
años, “lo que más me gusta son las frutas”, dice otra volviendo con el plato
repleto. Y así todos. De hecho cada vez que le comento a alguien que estuve en
el Club del Lago, todos me comentan del desayuno, nadie me habla del WIFI.
Em Nueva Orleans
Y los buenos desayunos no se olvidan más,
como los “huevos de Brennan’s” ese restaurant clásico de Nueva Orleans, famoso
obviamente, por sus huevos. Te los sirven de mil maneras por ejemplo Eggs
Hussard, jamón, queso, tomate, muffins tostados y una exquisita combinación de
salsas, entre otras cosas, además de lo habitual del desayuno, pero todo se
complica cuando viene el sommelier y te convence que lo que pediste hace un
buen maridaje con un SauvignonBlanc del Napa Valley. Y tenía razón. Uno después
sale con ganas de devorarse Nueva Orleáns.
Desayunos inolvidables
Estos desayunos no se olvidan, como el que me
sirvieron en el Zululand Safari Lodge de Hluluwe en Sudáfrica. Aquí te
despiertan bien temprano para hacer una caminata por la sabana africana. El
desayuno –para el nivel del servicios de ese país- fue decepcionante. Un café
con torta de bizcochuelo que no pasará a la historia. El sacrificio valió la
pena, un experto naturalista nos va guiando y enseñando las curiosidades de la
flora y la fauna, incluyendo cebras, jirafas y otros bichos “familiares”.
Para evitarnos encuentros desagradables un
rastreador y un ranger, con sendos fusiles, nos escoltan y de repente la
sorpresa: en un claro del monte una mesa elegantemente servida nos espera. Chef
con gorro, vajilla de primera, manteles blancos y un tremendo buffet con todo
lo que puedas imaginar inclusive la variada selección de jugos naturales
característica de la zona. Detalle típico de este país.
Porque aquí y en todos lados estos tremendos
buffets son muy parecidos y solo varían en calidad y algunos detalles
exclusivos.

Em México
Por eso, en México siempre desayuno con
chilaquiles: trozos de tortillas ”viejas” en salsa de chile, carnitas, chorizo,
queso, crema, cebolla, aguacate entre
otras cosas, que no sé si me gustan, pero si son muy mexicanos. Estos platillos
y los célebre “antojitos”, muchos de los cuales se comen al paso, son ricos
siempre, pero nuestros organismos los recibirán mejor cuando se comen en
lugares que cocinan con materias primas seleccionadas.
Em Madrid
Churros com
chocolate
Típicos son también los churros en Madrid.
Algunas veces he dejado el desayuno del hotel para ir a sentarme en un café, si
el tiempo ayuda en una terraza, pido una de churros y a leer la prensa del día.
Uno de los momentos placenteros de mis viajes.
Em Paris
Es que no son necesarios los grandes
desayunos para comenzar bien un día de viaje. En París son sencillos, un par de
croissants y, con un poco de suerte, pain au chocolat. Delicioso como todo lo
que se come en Paris.
Y la duda de siempre: ¿Nuestros hoteles no
deberían servir pastelitos de dulce o tortas fritas en los desayunos?
Estados Unidos
En los Estados Unidos los desayunos
generalmente no están incluidos en el precio de la habitación. EnMiami Beach,
algunos hoteles económicos los incluyen como llamador, ofreciendo un servicio
muy pobre: dos rebanadas de pan, y el mínimo posible de manteca y jalea. Una
mención especial a la canasta llena de croissants, bollos y otros deliciosos
panes con diferentes gustos que sirve el legendario Fontainebleua. Un atentado
a cualquier dieta sensata.
En Nueva York el hotel antiguo Doral Inn, en
el que me alojaba y tenía mi oficina, ofrecía dos opciones un restaurant con
mantel blanco y una cafetería. Los dos eran caros, el restaurante un poco más
pero las french toasts insuperables y a veces sucumbí a la tentación. Otra
opción era cruzar la calle y desayunar en el Oscars’s Bar, la cafetería del
Waldorf Astoria, todo muy correcto pero con una decoración que te daba
optimismo para todo el día. Ojalá que los chinos no la cambien.
Lugares como este o el News Café del South Beach
son ideales para invitar a desayunar a un compromiso de trabajo. Son más
económicos que un almuerzo en cualquier restaurant y a la gente le gusta mucho.
Los precios y el dólar
En los viajes los precios juegan un papel muy importante. Y no tanto el costo
local sino por el valor del dólar que te cambia todos los esquemas. Buenos Aires es el mayor ejemplo: lo que es
casi regalado un día a la semana puede ser lo más caro del mundo. Lo he vivido.
Por eso hay que andar con cuidado. Una vez me
invitaron a pasar unas noches en el Imperial de Viena y acepté gustoso, aunque
en los grandes hoteles europeos nunca me sentí muy cómodo. El hecho es que
cuando bajé a desayunar la tentación fue muy fuerte, el lugar y la mesa del
buffet parecían un cuadro de Zurbarán, pero el precio era irracionalmente caro,
así que desayuné los tres días en tres cafés distintos de la zona. Todo muy
rico y unas milhojas insuperables, aunque no tuvieran dulce de leche.
Algo más lejos, en el Sofitel de Auckland
desayuné el primer día saboreando unos impecables Eggs Benedict. Pero el precio
era totalmente desproporcionado,así que a la mañana siguiente me encaminé al
muy criticado Mac Donald’s que siempre espera que llegues con el caballo
cansado. Esa vez la recompensa fue optima: El Kiwi Breakfast: salchichas, papas
Hash Brown, huevos revueltos y Muffins
tostados.
Claro está que no es necesario ir tan lejos
para disfrutar un buen desayuno. El Ajax de Punta del Este, hotel al que vimos
nacer, todas las mañanas sirve un desayuno completo y diferente, ya que es muy
variado y sobre todo casero. Esas cosas se notan.
Algunos experimentados viajeros recomiendan
un desayuno liviano. No coincido con eso. Todo buen día de viaje comienza con
un buen desayuno, dice el Manual del Buen Viajero algo deberían leer los
Hoteleros, si es que algún día alguien lo publica. No poca gente elige un hotel
–y hasta un lugar- por sus desayunos. Doy fe.
Analista Turístico Damián Argul
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