MONTEVIDEO/URUGUAY– (Texto
em idioma espanhol) - Las historias de piratas – que aún mantienen su vigencia
gracias al cine – son ricas en búsquedas de tesoros escondidos en islas del Mar
Caribe. Las costas uruguayas sobre el Río de la Plata y el Océano Atlántico
también tuvieron sus historias de piratas, corsarios y similares, sólo que la
búsqueda de tesoros es ahora más intensa por las muchas naves que naufragaron
en nuestras aguas.
Y si bien no es una región con muchas islas, como el Mar Caribe, hay
una, a treinta minutos de barco del puerto de Punta del Este, que guarda un
gran tesoro: la Isla de Lobos. Una formación rocosa de 1,2 kilómetros de largo y 816 metros de ancho
que es refugio natural de más de 200 mil lobos
marinos presentando un espectáculo del mundo animal que maravilla y asombra a
cuantos la visitan.
El mismo asombro que experimentan
los turistas en safaris por África al encontrar las primeras jirafas o cebras
no bien se adentran en el monte o cuando tienen la suerte de encontrar los más
esquivos Cinco Grandes.( Leopardo, León, Elefante, Búfalo y Rinoceronte.) Una
reserva de esta magnitud, fácilmente accesible durante todo el año, se puede
considerar única en el mundo. Y este carácter de unicidad representa siempre un
atractivo adicional e inigualable para el viajero ansioso de experiencias y emociones. Un verdadero tesoro.
Abriendo nuevos mercados
Uruguay, gran receptor de turismo
y con una rica y larga tradición en la materia, necesita renovar sus propuestas para atenuar
la estacionalidad y abrir nuevos mercados. Para esto debe poner en valor
lugares como esta Isla de Lobos, que se convertiría en un atractivo de primer
orden a nivel mundial.
Curiosamente esta maravilla natural, única en el mundo, repetimos, no
ocupa un lugar preponderante en los
portales de las principales instituciones, públicas y privadas de Uruguay y
Maldonado. Tampoco la hemos visto en los
distintos videos de Uruguay Natural TV, de hecho nunca le hemos visto, incluída
en la programación de la Semana del Mar de la propia Punta del Este o destacada
en las distintas coberturas que la prensa internacional ha hecho sobre Uruguay.
No es fácil lograr el interés del
turista sobre un determinado producto. Hay que promoverlo debidamente y tan
profusamente como sea posible. Hay que crear un relato (storytelling)
presentarlo y ofrecerlo de la mejor manera posible y sobre todo hay que creer
en su valor.
Los ejemplos son muchos:
- En Quito, del lugar donde pasa la línea imaginaria del Ecuador han
hecho un polo turístico.
- En Ciudad del Cabo, el supuesto lugar donde se encuentran los océanos,
es una excursión obligatoria y te obsequian un diploma.
- En Escocia, hay que ir al Lago Ness para ver un monstruo que no
existe.
- En Verona, hay que visitar el balcón de Julieta, un personaje
literario creado en Inglaterra en el Siglo XVI. Y así una lista interminable
que bien puede incluir el reloj cucú de Villa Carlos Paz.
El tesoro de nuestra Isla de Lobos no está escondido
De hecho hay varias empresas que operan diariamente, en temporada, desde
el puerto de Punta del Este, algunas con una capacidad de aproximadamente 100
pasajeros como Calypso y Oceanía. Son barcos de categoría turista, debidamente
autorizados, baqueanos y respetuosos del equilibrio ecológico que requiere esta
reserva natural.
Ofrecen además la posibilidad de
bucear y nadar entre los muy pacíficos lobos en una experiencia inolvidable. Parece
imperioso apoyar estas empresas de manera que sigan prestando este servicio
operándolo en forma regular durante todo el año y con la diversidad de
servicios que el turismo internacional (long haul) puede requerir.
Apuntar a esto será, beneficioso para el turismo de Punta del Este, para
el de los destinos de cercanía, para los cruceros y los congresos. Las ciudades
del mundo que más congresos reciben son aquellas con más atractivos para el
turismo.
por Damián Argul, desde
Carrasco, Uruguay
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